Cotidianeidades
Algunas de las cosas de todos los días que aparentemente son
normales son:
La cantidad ASFIXIANTE de gente. La primera vez que me
enfrenté a la boca del metro no podía creer el tráfico de personas que iba en
dos direcciones opuestas. Luego de superar este primer shock llegué hasta el
vagón de “For Ladies Only”. Ahí me asombró ver lo cómodas que se sentían las
mujeres sin tener que soportar las miradas penetrantes de los hombres. No se
miraban con envidia entre ellas, sino que estaban felices de estar solo entre
chicas. Incluso una que estaba parada le pidió a otra que estaba sentada que le
sostuviera la cartera porque era muy pesada.
Luego llegué al mercado de Chandni Chowk, el mercado más
primitivo de la vieja Delhi y ahí tampoco acreditaba lo que veían mis
ojos…..calles polvorientas y mugrientas, totalmente atestadas de gente. En una
ocasión fue tal el abarrotamiento de gente en una calleja que incluso había un policía dirigiendo el tráfico de peatones. Yo me sentía parte de un cardúmen como en la hora pico de un boliche, pero no, era de día y estaba en una calle de Delhi!!
Las cosas más insólitas pasaban por esas calles: perros desnutridos, niños vendiendo cosas, bicicletas, motos, rickshaws (carritos tirados por un hombre en bicicleta), puestos de comida por todos lados, deshuesando pollos y fritando cosas en medio de moscas, de todos los olores posibles, de mucho polvo y mucho pero moooocho calor, un calor seco agobiante que te reseca la garganta. (40C)
Todo esto hace que India te deje un surco en el esqueleto, es una experiencia realmente transformadora. Creo que todo lo que yo escriba en este blog no les hace una idea del shock que se siente cuando uno llega a la India.
Otra escena bastante frecuente y poco agradable es ver a los hombres escupir y eructar en la calle. También hay olores poco agradables productos de la basura y del sudor de la gente, debido al gran calor y a la falta de higiene. También contribuyen el ato consumo de picante y la necesidad de andar todos tapados en pleno verano.
También es común ver hombres que caminan abrazados entre ellos. Pregunté a que se debía y me dijeron que simplemente eran personas que se querían mucho.
Algo típico de India son los auto-rickshaws o tuk-tuk que son motitos de 3 ruedas que llevan a dos personas atrás. Con ellos es imposible negociar, te cobran lo que ellos quieren, incluso uno de ellos no me quiso cobrar una vez y cuando yo le insistí en pagarle me dijo que le diera lo que yo quisiera. Los mismos manejan de manera violenta pero uno siempre termina llegando sano y salvo a donde quiere (o cerca).
El tránsito en Delhi es caótico y sonoramente muy irritante ya que tocar la bocina se ha transformado en una adicción para ellos. Muchas veces no se entiende quien le está tocando bocina a quien, ni porque. Incluso los camiones tienen pintado en la parte de atrás la leyenda: “BLOW HORN”.
En el resto de las cosas la regla es tratar de llevar el precio a la mitad de lo que te empiezan pidiendo, ese sería el “precio de mercado” justo para ambas partes. Luego, cuando te dicen que no con un movimiento de cabeza en realidad para ellos quiere decir SI, acepto, jaja.
Con Rekha en el Cottage Emporium.
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